Actualizar a un sistema operativo en el día de lanzamiento es un desafío solo apto para gente brava y bregada. La ausencia de funciones, las lagunas de usabilidad y la aparición de bugs son sucesos que solo se pueden dar por hechos durante las primeras semanas de disponibilidad. En el caso de
Windows 11, estos primeros fallos ya están siendo detectados, y uno de los más notables afecta a las CPU de AMD. Según
ha comunicado el fabricante de procesadores, Windows 11 ralentiza el funcionamiento de los procesadores
Ryzen 2000 y posteriores de forma sensible. Si hablamos de un uso general, la…